Yin-to-zen

Nombre verdadero (identidad): Yin-to-zen

Ojos: negros

Cabello: negro

Piel: asiática

Altura: 1,66 mts.

Peso: 74 kgs.

Sexo: varón

Edad: mas de 3000 años

Ocupación: héroe chino

Estado civil: viudo

Parientes próximos: no

Grupo de afiliación: Kung Fu

Base de operaciones: no aplicable

Nacionalidad / raza: chino

Origen: humano alterado

Situación legal: no aplicable

Personalidad: rígido, desconfiado



Combate: 40 (incredible)

Agilidad: 20 (excelent)

Fuerza: 20 (excelent)

Resistencia: 30 (remarkable)

Raciocinio: 6 (typical)

Intuición: 20 (excelent)

Psique: 20 (excelent)


Puntos de Salud: 110

Puntos de Karma: 46

Recursos: no aplicable

Popularidad: no aplicable


Poderes:

Mind control 50 (amazing)

Body Armor: 20 (excelent) vs ataques físicos


Talentos:

All martial arts

Weapons: oriental weapons

Mystic Background

Artist: music


Contactos:

ninguno


Equipo especial:

no


Limitaciones:

Ninguna conocida


Trasfondo:

El Culto al Dios Dragón encuentra sus orígenes en las profundidades de la historia china, aunque jamás fue un culto de masas. Al principio era una serie de conocimientos y principios teóricos que compartían los distintos chamanes de cada pueblo en reuniones secretas pero mas tarde en una importante reunión (que según cuenta la tradición fue revelada a uno de ellos en sueños por el Dios Dragón) se decidió esconder el conocimiento antiguo de la vida pública.

La razón de esta decisión radica en que los chamanes veían que sus tiempos estaban cambiando y que su poder iba a ser sustituido por el creciente poder de los emperadores. Así nació la Orden del Dragón como sociedad secreta al servicio del Dios Dragón, creador de todo lo conocido y por conocer.

En los últimos tiempos de la dinastía Chang, la Orden estaba muy debilitada ya que se había dedicado a expandirse por los confines de los reinos, matando a magos, demonios, anormalidades de diversos planos de existencia y demás clase de criaturas que por una razón u otra, la Orden quería eliminar. Quizás fuera porque el creciente pueblo estaba expandiéndose y la Orden deseaba convertir en leyenda y cuentos para niños lo que en un tiempo fue una cruel realidad. Muchas de estas criaturas se organizaron y atacaron en numerosas ocasiones a la orden, causando numerosas bajas, sobre todo en los mas ancianos y en los mas jóvenes e inexpertos.

Así las cosas, aproximadamente en el año 1030 a. de J.C. solo quedaba un grupo de 6 guerreros-sacerdotes de la Orden que servían con lealtad al Dios Dragón. Habían sobrevivido a numerosos peligros y por eso eran los mayores héroes de todos los tiempos. Por desgracia también eran los últimos, apenas estaban ellos y un pequeño consejo de ancianos. Todos los demás habían muerto en las terribles luchas. De entre los mas jóvenes y recientes guerreros solo uno de ellos había sobrevivido: Jon-ko-fui. Era el mas joven de todos.

Viendo venir el peligro de persecución del culto, los ancianos de la Orden piden ayuda al Dios Dragón. Éste les muestra el lugar donde se oculta un huevo de donde nacerá el mas poderoso guerrero de la Orden. Los ancianos ordenan a Jon-ko-fui incubar el huevo y nutrirse exclusivamente de hongos. Jon-ko-fui supera la prueba y del huevo nace Yin-to-zen.

Cuando el emperador Chou-sin subió al trono, éste se reveló como un tirano especialmente cruel que dominaba por la fuerza y abusaba de su pueblo. Tal fue la situación que el gobernador de Chou opinó en determinado momento que el emperador había rebasado los límites de su poder. Protestó y como resultado fue encarcelado. Según la tradición china, en aquella ocasión escribió el famoso “Libro de los Cambios”.

Su hijo logró la libertad del gobernador, pero eso no era suficiente. Unido a su hermano, firmó un tratado de coalición con algunos gobernadores para poder empezar la guerra contra el soberano.

La Orden decide intervenir ante la inminente guerra y envía a Yin-to-zen a razonar con el emperador Chou-sin. Pero éste es malévolo y está tratando con fuerzas oscuras, así que lo que ocurre es que el emperador hechiza a Yin-to-zen, sacando de su interior su reverso oscuro, el Zen-to-yin y enviando a éste monstruo deforme contra la orden.

Zen-to-yin destruye a toda la orden y mata a todos los que habían sido sus compañeros, hasta que solo queda el joven Jon-ko-fui. Éste solicita la ayuda del Dios Dragón para que le ayude en el golpe final que ha de derrotar a Zen-to-yin. Jon-ko-fui arremete con sus poderes contra el malvado y éste desaparece. Jon-ko-fui está convencido de que ha logrado expulsar al monstruo.

Sin embargo, la realidad es muy diferente. Lo que ha sucedido es que Zen-yo-yin ha viajado hasta el futuro atraido por la invocación de Flinn Sorrow. Zen-to-yin está en nuestro tiempo.

Cuando se recupera de la sorpresa del viaje temporal descubre un planeta atacado por unos demonios (en realidad la Unimente). Zen-to-yin decide conquistar China para él solo para empezar.

Zen-to-yin decide controlar mentalmente a un campesino chino llamado Mingus, para crearse un ejercito con el que llegar al poder. El hecho de que haya una invasión alienígena es ajeno al propósito de Zen-to-yin, pero lo utiliza como herramienta para que Mingus se gane la admiración del pueblo al derrotar a la Unimente ya que eso ayudará a sus propósitos. En realidad, quién gana las batallas es Zen-to-yin, usando sus poderes mentales a distancia para entorpecer a la Unimente cuando entran en combate con los campesinos lo que hace aparecer a Mingus como un general invencible.

Una vez Zen-to-yin utiliza su poder a través de Mingus para conquistar China, les deja bien claro a la Unimente que si quieren conquistar el resto del planeta es cosa suya, pero que China le pertenece a él. La Unimente accede ya que Zen-to-yin es poderoso y centra su batalla en los EEUU y Europa. Mas tarde, la invasión es temporalmente repelida (la Unimente se refugia en la cara oculta de la luna) y Zen-to-yin aprovecha para conquistar Europa aprovechándose de su debilidad. Funda así el Imperio de Wu Sun que abarca toda Eurasia.

Yen-to-zin se dedica a planear la conquista de los EEUU hasta que advierte la presencia de un ser muy poderoso: la Medusa.